Arrabalización ambiental y descontento ciudadano marcan gestión de Fermín Noesí en Hato del Yaque

Por; ~LIC. STARLIN NUÑEZ
Santiago, R.D. – El deterioro urbano, el abandono de obras básicas de infraestructura y la falta de consenso político se han convertido en los principales ejes de descontento social en el Distrito Municipal Hato del Yaque, bajo la actual gestión del director distrital Fermín Noesí, quien cumple su tercer periodo consecutivo al frente de la administración local.
Durante los últimos años, residentes de distintos sectores han denunciado lo que describen como una “degradación progresiva” de su entorno, marcada por la falta de mantenimiento urbano y la debilidad en la ejecución de obras prioritarias que afectan directamente la calidad de vida de los munícipes.
Entre las principales quejas ciudadanas destacan el abandono de aceras y contenes, calles en mal estado, baches que se extienden durante meses y asfaltado limitado o inexistente en varios sectores.
A esto se suma un deterioro ambiental sostenido, con parques, zonas verdes y áreas comunes convertidas en vertederos improvisados; presencia de maleza sin control, residuos sólidos mal manejados y ocupación irregular del espacio público.
Los residentes afirman que las promesas de reparación y asfaltado suelen quedar en anuncios o en trabajos superficiales, sin continuidad ni planificación a largo plazo.
Presupuesto Participativo cuestionado
Otra de las denuncias frecuentes es la falta de transparencia y equidad en la distribución del Presupuesto Participativo Municipal. Líderes comunitarios sostienen que las obras priorizadas no siempre responden a consultas públicas reales, y que los sectores más vulnerables son relegados mientras se favorecen zonas afines al oficialismo local.
Asimismo, denuncian que los vocales opositores tienen escasa participación en la toma de decisiones, lo que alimenta una percepción de sectarismo político y debilita la gobernabilidad comunitaria.
A casi una década de haber asumido la dirección del distrito, la gestión de Fermín Noesí enfrenta un notable desgaste político. Ciudadanos y organizaciones comunitarias aseguran que los años de promesas incumplidas, obras inconclusas y respuestas lentas han minado la confianza en la administración local.
Demandas ciudadanas
Aunque en algunos informes de rendición de cuentas la alcaldía ha resaltado logros puntuales en materia de ayudas sociales, transparencia en programas específicos y pagos extraordinarios, estos avances no logran compensar —según los munícipes— las deficiencias estructurales que padecen día a día: calles intransitables, poca señalización vial, inundaciones, insalubridad y un entorno urbano descuidado.
Frente a este panorama, juntas de vecinos y organizaciones sociales de Hato del Yaque reclaman que la administración municipal priorice un plan integral de obras de infraestructura urbana, que incluya aceras, contenes, drenaje pluvial y asfaltado con cronogramas públicos y mecanismos de seguimiento.
También exigen una participación comunitaria real en el Presupuesto Participativo, consultas amplias, distribución equitativa de recursos y mantenimiento preventivo para evitar que las obras vuelvan a deteriorarse. De igual forma, piden la integración de todos los regidores y vocales —sin importar filiación política— en las decisiones de desarrollo local.
Desgaste político acumulado
El desgaste de la actual gestión no responde únicamente al paso del tiempo, sino a la acumulación de necesidades insatisfechas, ausencia de planificación sostenida y una percepción de exclusión política.
La arrabalización ambiental, la carencia de obras tangibles y el distanciamiento con sectores opositores colocan a la administración de Fermín Noesí ante un desafío urgente: recuperar la confianza ciudadana con resultados concretos.